31.3.10

Problemas ópticos

Desde el 11 de marzo pasado, la derecha debe realizar un ejercicio que no ha hecho a lo menos desde hace 46 años, cuando en 1964 terminó el gobierno de Jorge Alessandri. Desde entonces, ha mirado sólo el vaso medio vacío, o derechamente vacío, ha tenido un espectro cromático elemental (blanco o negro). Durante la dictadura, estuvo esencialmente ciega y sorda, así que no tuvo estos problemas.

Hoy, como gobierno, deberá cambiar el ángulo de la mirada y observar la parte inferior del vaso, y tendrá que enriquecer su espectro cromático, descubriendo la infinita variedad de grises. Previamente, por supuesto, descubrirá nociones antes desconocidas: contexto, priorización, programación, recursos v/s necesidades, etc. Empezará a reclamar de los adversarios aquello de lo que careció ella misma durante tanto tiempo: buen criterio, buena fe, sentido común, comprensión ante las dificultades al analizar la situación actual y el camino a recorrer. Sabrá, entonces, que la administración del país, como la vida, no es así no más...

Es de esperar que la Concertación conserve toda la riqueza cromática y la capacidad de cambiar los ángulos de enfoque visual. De lo contrario, se transformará en una oposición tan intrascendente, miope, mediocre, como lo fue la derecha.

Algunos dirán que, después de todo, pese a sus limitaciones, la derecha ganó las últimas elecciones. Pero podríamos responder que sí, que ganó... pero tuvo que esperar veinte años.


PAM/ 31.03.2020

10.3.10

Seguridades al Presidente electo

Mala manera de prepararse a asumir la presidencia del país con un terremoto de 8,8 grados y dos minutos y medio de duración. Ante tanto desastre natural y pasiones primitivas desatadas con asaltos a supermercados y otros, queremos darle una buena noticia al Presidente electo, asumido que será dentro de pocas horas.

He aquí. Sebastián, cuando mañana llegues al Palacio de La Moneda, lo encontrarás completamente equipado, plenamente operativo. Computadores, faxes, teléfonos, escritorios, sistemas de sonido, cámaras de TV, grabadoras, etc., etc., todo estará allí. Ningún temporal, tormenta, huracán, tsunami, habrá pasado por allí en los últimos días, ni en sentido literal ni figurado, barriendo con todo.

No como ocurrió el 11 de marzo de 1990, en que los nuevos ocupantes tuvieron que traerse teléfonos y PC de su casa para empezar a trabajar, mientras el Presidente Aylwin, al mirar las oficinas vacías, se golpeaba el pecho y exclamaba ¡Señor, dame tu fortaleza!


Mr Duck

10.03.10