29.11.06

Pierre St-Germain

Pierre Saint-Germain

En las vueltas de la vida de repente aparecen personajes inolvidables, como el periodista del diario de Montreal, Canadá, La Presse, “le premier journal francophone de l’Amérique”, Pierre Saint-Germain, hombre bondadoso, ansioso de justicia social, siempre a la espera des lendemains qui chantent, que escribía en las páginas internacionales del periódico sobre pueblos que sufren, luchan y esperan. Tempranamente enemigo del modelo de socialismo a la soviética, toda su vida buscó razones para seguir creyendo en la causa de una sociedad más justa, solidaria, con pueblos ejerciendo como ciudadanos las 24 horas del día en su casa, el trabajo, la universidad, la vida toda.

El reverso del espejo staliniano creyó encontrarlo en Mao y la revolución china, esos cientos de millones de seres humanos escapando del oprobio y el hambre trabajando manos y pies desnudos en las aldeas, montañas y valles recónditos, al otro extremo de la Tierra, entregando y recibiendo el arado y la lectura, el azadón y el fusil, destruyendo así el viejo mundo material y espiritual, las estructuras y las servidumbres mentales. Pierre viajó para sentir y oler el nuevo modelo. Nunca debió hacerlo. El microscopio es cruel, muestra tanto, las bacterias del agua límpida, las imperfecciones del cuadro majestuoso, las capas sucesivas y las mezclas de material de sedimento. También el sudor malgastado, los reflejos condicionados del viejo mundo en los gestos y palabras, el magma que avanza, retrocede, desaparece aquí, reaparece allá y acullá. Todo ello obliga a considerar de manera diferente, más atenta, el cuadro que entrega el telescopio de la distancia.

El alma con el ala herida, Pierre dirigió su mirada hacia Europa Central. Yugoslavia de principios de los ‘50, Tito, luchando por el derecho de hacer las cosas a su manera, afirmando que rechazar el abrazo del oso ruso no significaba caer en el sombrero de copa del siniestro Tío Sam, tampoco en el Maelstrom chino. La autogestión, la búsqueda de la cuadratura del círculo, centralismo y descentralización, control obrero y eficiencia, desarrollo y equidad (justicia social se decía entonces), excedentes sociales y despilfarro, propiedad estatal y contabilidad social. También poder absoluto y libertad personal. Pasan los años, algunos, no muchos. ¿Puede crearse el hombre nuevo bajo la guerra fría, la lucha ideológica intra-campo socialista, el subdesarrollo económico? ¿Puede evitarse que los jerarcas utilicen el pretexto de la guerra fría para consolidar su poder? ¿Puede consolidarse el poder sin sucumbir a sus privilegios? ¿Puede sucumbirse a los privilegios sin llegar a confundir proyecto propio con el destino de la revolución, sus objetivos y medios? Pareciera que no, al menos con los hombres de este siglo.

El periodista experimentado y de alto vuelo, el experto de asuntos internacionales de La Presse, alma de adolescente esperando al Príncipe Azul en lo político y social, saluda alborozado interiormente el 1° de enero de 1959. La esperanza viene de verde oliva, de calamorros, de luenga barba, de los fusiles que cargan desde la sierra blancos, negros, mulatos, fumando habanos, habla español, está en el continente. Fidel, el Che, Camilo Cienfuegos, Almeida… Son jóvenes, fuertes, han arriesgado el pellejo, a veces no saben qué hacer en el día a día, pero el horizonte creen conocerlo. Confiscan grandes ingenios azucareros, distribuyen tierras, mezclan el caleidoscopio racial, los obreros hinchan el pecho, los patrones vacilan y tiemblan, ya no está el cipayo y administrador, se fugó a Miami, olvidando gorras y entorchados…Cuba es una y es del pueblo, juntos la haremos mejor…En el Mar de las Antillas, que también Caribe llaman, navega Cuba en su mapa, pero bien despierta. Mil flores florecen, las ideas son un torbellino. Hacia allí convergen líderes de todos los continentes, para tratar de entender, para adaptar los manuales algunos, para conocer a quienes han mezclado el naipe y los esquemas otros. ¿Una revolución sin partido proletario vanguardia, sin ideología marxista?… Los principales líderes, empezando por Fidel, no quieren puestos de gobierno. Pero que bien. ¡Ay! Quienes asumen la dirección del gobierno y del Estado vacilan, quieren negociar con los cómplices del dictador, quieren obviar al pueblo...hay que reemplazarlos, piensan y hacen los barbudos. Bien. Los poderes se empiezan a concentrar en los líderes: organización política, gobierno, fuerzas armadas. La revolución está débil, está recién parida, tiene muchos enemigos, el pueblo no tiene aún conciencia, pero se identifica con un líder fuerte que lo oriente, lo cargue en sus hombres durante el primer período, lo conduzca. Creo que tienen razón, piensa Pierre. Pasa el tiempo, la revolución se afirma, se organiza, se institucionaliza, el poder seguramente se desconcentrará, se despersonalizará… Pero, no. Fidel, jefe del Estado, primer ministro, comandante en jefe de las fuerzas armadas, Secretario general del PCC; Raúl, su hermano, vice y subrogante en todo. El Che ya ha dado hace tiempo un paso al lado, ya lo mataron en Bolivia; Camilo ya no está, su avión se perdió en el mar a poco del triunfo de la revolución… ¿Qué pasa? Vamos, ya pasará, ya enmendarán rumbo! No pasa, no enmiendan. Llegó el comandante y mandó a parar. La cultura se institucionaliza, nombra a sus burócratas, vigilantes cancerberos, condenan a Neruda por su comida con Belaúnde, presidente peruano, por su viaje a EE.UU.; también lo atacan por sospecha de aburguesamiento. El PC cubano polemiza casi con todos los PC latinoamericanos. ¿Ortodoxia continental? La espera desespera... El corazón de Saint-Germain se enfría.

Pero ese corazón es porfiado, pierde ilusiones pero conserva esperanzas. Llegan ruidos desde Managua, la triste, víctima del terremoto y la represión. La dictadura familiar, hecha de sangre y rapiña durante cuarenta años, inaugurada con el asesinato de Sandino, parece vacilar. El alma de todos los prisioneros, exiliados, torturados por las dictaduras que llenan el mapa del continente en esos ‘70, puja junto al FSLN. Muchos están en las líneas de combate. Hay chilenos en el frente sur, manejando cañones y morteros; también salvadoreños, mexicanos, tantos otros. No hay tantos nombres heroicos. Es más colectivo, más anónimo. Además, no debería estar sucediendo. Pero escuchamos sobre León, Matagalpa... Un movimiento guerrillero no debería estar triunfando, veinte años después de Cuba, con veinte años de adiestramiento antisubversivo y antiguerrillero de la CIA, la Escuela de las Américas, los cipayos latinos, diez meses después de haber sido casi destrozado en su primera gran ofensiva. Sin embargo, están en los suburbios de Managua, que Somoza hace bombardear. 19 de julio de 1979. Verde olivo otra vez, calamorros otra vez, juventud ardiente, pero sin tantas barbas, sin referencias a hermanos ni sobrinos mayores, sin Vaticanos europeos ni asiáticos ni latinoamericanos. Debemos ver Nicaragua como marxistas y el marxismo como nicaraguenses. Herejías saludables. Triunfan con las armas y se hacen ratificar en dos elecciones nacionales y con políticas que piensan efectivamente en la gente. Pero Pierre, gato escaldado, centra su mirada en dónde viven ahora los comandantes, en las residencias que abandonaron precipitadamente los alcahuetes de Somoza. Pierre quisiera ver a los comandantes haciendo colas en los mercados, barriendo la calle frente a sus casas, viviendo en las poblaciones derruidas por el bombardeo póstumo de Somoza y el terremoto de 1970.

En aquellos años '80, le argumento que, desde el punto de vista político, sólo el FSLN ha iniciado en la práctica un proceso de una nueva relación con el poder, y aplicando el verdadero test de la blancura: lo está haciendo desde el poder y en medio de la guerra de desgaste de los Contras organizados y financiados por EE. UU. En contrapartida, ciertos grupos del PS chileno creen haber inventado la renovación, sin sospechar que, desde el punto de vista ideológico, sólo han reeditado las discusiones de la izquierda europea de los años ’50. Y el FSLN lo hizo muchos años antes que Gorbachev, su glasnost y su perestroika, que finalmente abortaron.

Pero Pierre, ya en los últimos años de su carrera profesional y de su vida, abandona ilusiones y esperanzas. Es casi imposible que las heridas del alma cicatricen. Sin embargo, aunque es muy distinto y muy diferente, dice que cree en Chile, y nos desea suerte. Saludos, Pierre. Saludos, Carmen, su fiel compañera y esposa.

Montreal, 1989

27.11.06

Utopías

Utopías

Las interrogantes filosófico-políticas de fin de siglo pasado e inicio del nuevo sobre el tipo de sociedad deseada y la actividad práctica para intentar lograrla han estado a la orden del día. Nótese, sin embargo, que los enfoques han sido diversos.

Para algunos, ha sido la ocasión de tirar el agua del lavatorio junto con la guagua, aprovechando de liberarse de una mochila que hacía tiempo molestaba, porque en realidad nunca se la habían puesto de verdad. Para otros, ya se sabe que, con respecto a los desfiles, siempre ha habido tres tipos de "participantes": los que iban marchando, los que lo miraban y los que nunca se dieron cuenta de que había un desfile. No es extraño encontrar que, en muchos casos, quienes más abren el tarro son aquellos que se están dando cuenta ahora que algo ocurrió: los silenciosos de antes, son los bulliciosos de hoy. La política chilena da muchos ejemplos de esto. Finalmente, los que en algún grado y de alguna manera se comprometieron en los tiempos duros y algo arriesgaron, tratan de explicarse las cosas, entre el polvo de los muros y las catedrales que cayeron.

Las desilusiones son parte de la vida. Lo que me recuerda el caso real de un periodista canadiense que siempre quiso creer, pero las utopías terminaban siempre por caerle en la cabeza... como nos ha ocurrido a tantos de nosotros. Lo traeré a colación próximamente.

1.11.06

Chiledeportes: a patadas con la probidad

Chiledeportes: a patadas con la probidad

En uso de sus atribuciones de control del respeto de la normativa por los servicios públicos, la Contraloría General de la República hizo auditoria en Chiledeportes, organismo que entre otras cosas administra recursos destinados a financiar proyectos, programas, actividades y medidas de fomento, práctica, ejecución y desarrollo del deporte en sus diversas modalidades y manifestaciones.

Contraloría verificó 77 proyectos de una gran cantidad aceptados y financiados por Chiledeportes. En 80% de los 77 casos (61 proyectos, que involucran $400 millones) encontró irregularidades. Las irregularidades pueden ir desde formularios e informes incompletos (falta información, información en casillas que no corresponden, falta de alguna firma, ausencia de documentos justificativos de gastos efectivamente realizados, etc.), o sea, errores administrativos que se corrigen fácilmente, hasta hechos que constituyen delito. Entre estos últimos, existirían empresas fantasmas o con domicilios comerciales falsos. Habría facturas con cobros que no corresponderían a los servicios prestados (servicio de cafetería para 14 personas durante una semana por $1.500.00, por ejemplo). El Servicio de Impuestos Internos (SII) inició investigación sobre presentación de facturas falsas por los organismos que recibieron financiamiento y sus respectivas declaraciones de rentas.

La Contralora (S), Noemí Rojas, aseguró que los dineros comprometidos en las irregularidades no fueron destinados a campañas políticas.

Hay varios temas de fondo.

El primero es que, naturalmente, cualquiera sean los montos mal utilizados y quienquiera sean los comprometidos, el Ministerio Público debe ir al fondo del asunto. “Caiga quién caiga”, ha dicho la Presidenta Bachelet. “Y caiga como caiga”, agregamos nosotros. Por el momento, Catalina Depassier, Subsecretaria a cargo de Chiledeportes, pidió la renuncia a los treces directores regionales del organismo. Lo más probable que es que ella también deberá renunciar en los próximos días, aunque las irregularidades se produjeron antes de iniciar su mandato junto con el actual gobierno, en marzo pasado.

El otro tema de fondo es que ésta es una nueva manifestación de la corrupción que ha tenido ya varias expresiones. Dos veces anteriormente en el mismo Chiledeportes, hace algunos años. En 2005, se destapó el caso de los Programas de Generación de Empleos (PGE), a cargo de los Seremis del Trabajo regionales, y destinados a combatir el desempleo que se arrastra en las capas más desfavorecidas: muchos de los proyectos presentados a través de las municipalidades no se habrían realizado y habrían pagado a activistas durante la campaña electoral última o, simplemente, pagado el voto. Hay muchos otros casos.

Las causas de la corrupción son muchas. Nombremos algunas. Por una parte, la persistencia de los políticos profesionales de endeble o inexistente currículum, que no tienen y/o no buscan alternativas fuera de la teta fiscal; los pobres de alma con ansias de poder; los famosos “operadores políticos” sin calificación profesional que son ubicados por sus patrones en puestos intermedios donde se manejan importantes recursos, como ha dicho Jorge Schaulsohn, y que se creen o se ven impulsados a pagar estos favores políticos. También influye el no saber el plazo de la “bonanza”: “me tocó, debo aprovechar antes que pase”.

Por otra parte, la corrupción pareciera ser producto casi necesario de coaliciones que permanecen largos años en el poder, porque va creándose una sensación de impunidad, porque se estará siempre en el poder “entre amigos”, entre “compañeros de la causa”, que están en lo mismo, de distintas formas, empezando por las más anodinas (como la utilización de vehículos fiscales para necesidades personales).

Basta de cortarse las venas por hoy. Sólo digamos, para dar la justa perspectiva, que Chile es uno de los países menos corruptos en el mundo, medido por diferentes indicadores y muchos estudios extranjeros. También agreguemos que la legislación ha sido modificada en varios sentidos por la Concertación para disminuir estas manifestaciones de falta a la probidad. Lo mencionaremos en otra ocasión. Por el momento, hay que seguir combatiendo las erupciones en la piel, antes que se conviertan en gangrena.