Imbecilidades y contextos
Ya se sabe que Piñera nunca ganó ni ganará el premio al “mejor compañero”. ¿Razones? Es fácil adivinar que desde chiquitito su juego preferido debe haber sido el del “monito mayor”, ese en que un niño encabeza una fila india y hace cosas que los demás deben repetir exactamente, bajo amenaza de expulsión; es divertido, salvo cuando el mismo niño no cede nunca la cabeza del desfile, acepta raramente cambiar de juego y, para remate, es hiperkinético. Seguramente siempre fue el dueño de la pelota, y se la llevaba apenas alguno no seguía sus instrucciones.
Así, su círculo íntimo es escuálido. Tienen más bien un círculo de hierro: el poder (financiero, político) permite ampliarlo con cierta facilidad. Obsequiosidad, cintura flexible, intereses compartidos, son los requisitos esenciales para pertenecer. La capacidad de aportar relaciones (políticas, sociales) y votos no juega aquí ningún rol, como en el caso de los concertacionistas. El poder obvia estas necesidades o dependencias de baja ralea.
Así, Piñera no hace la unanimidad entre sus supuestos partidarios, como lo demuestra un somero recorrido de la prensa chilena desde 1990. Una ilustración lo han dado mensajes de la embajada USA en Santiago dirigidos a su gobierno, y revelados por Wikileaks, en particular las opiniones entregados en un ambiente de confianza por Darío Paya, entonces diputado UDI, vicepresidente de su partido y hoy embajador en la OEA. “Piñera es un imbécil, pero es capaz de hacer el trabajo”, dijo a un diplomático estadounidense el 17 de enero de 2009, cuando Sebastián corría con amplia ventaja como el candidato de la derecha para las elecciones de fines de ese año, que terminó ganando en la segunda vuelta de enero de 2010. También Paya se habría referido en duros términos al actual mandatario durante las campañas presidenciales de 2005 y 2009. Hacía referencia a la reputación que tiene Piñera como un ‘imbécil’ que desobedece las reglas”, describiéndolo como alguien con un “gran ego”, “Piñera se preocupa sólo de una persona: él mismo”. "Piñera padece de la percepción de que compra su camino por la vida y desobedece las reglas que gobiernan a la mayoría de los chilenos. Los ejemplos son desde idiosincráticos (estacionar ilegalmente su helicóptero en una cancha municipal de fútbol) hasta graves (una multa de US$ 680.000 por uso de información privilegiada)-", se lee en el documento.
¿Yo, cuando...? |
Por supuesto, Paya ha dicho que las anteriores fueron frases distorsionadas, sacadas de contexto y que cambia completamente el sentido a un diálogo, “se trata de un abuso de la distorsión”. Se ha iniciado una interesante discusión sobre el referido “contexto” (frases ausentes del texto dado a conocer, debemos entender). Se han propuesto los siguientes contextos a la frase “es un imbécil...”:
• “… pero no es su culpa, nació así…”.
• “… es que su nodriza lo dejó caer de cabeza…”
• “… pero a veces se le quita…”.
• “… pero su mandato dura cuatro años, no más…”
• “… pero en el fondo es un buen cabro…”
Esperamos vuestra colaboración, como expertos en contextos, estimados lectores.
PAM/
13.02.11