13.5.11

Sobre ética, comprensión de lectura y otras cosas

Reapareció MEO. No andaba de parranda. Algunas giritas por el exterior. Los contactos son necesarios y positivos en todo sentido, sobre todo en año pre-electoral y cuando al proyecto personal se le quiere dar una perspectiva larga, larga.

Su tarea del momento es la inscripción del Partido Progresista (PRO). Algo ha hecho ya. Lo inscribió el 15 de abril pasado en tres regiones: la 15ª (Arica-Parinacota), la 1ª (Tarapacá) y la 2ª (Antofagasta), con 2.500 militantes. Tiene seis meses para inscribirlo en las otras 12 regiones. Dura tarea. Curioso que la 5ª región no estuviese en esta primera embestida, dado que allí su padre –Carlos Ominami- fue senador durante dos períodos (1994-2010) y él mismo fue diputado por uno (hasta 2010). Tiene coordinadores en todas las regiones, al parecer.

He visitado la página oficial y el Facebook del PRO. Se ve entusiasmo y juventud en quienes escriben allí. Era de esperarse. Por una parte, el sentimiento y el auto convencimiento de estar envestido de una misión de significado histórico, portadores de toda la pureza y el desprendimiento del mundo, son embriagadores, constituyen una fuente de energía insuperable. Por otra, tienen toda la amplitud para la participación y la estrechez de contacto con los líderes que posibilita una organización aún en construcción, con estructuras aún como meros proyectos y, por lo tanto, flexibles y fluidos, características que irán desapareciendo en la medida que la necesidad de coordinación y de eficacia del aparato lo vayan exigiendo. Finalmente, aún no aparecen los grupos, los líderes en su expresión negativa, los intereses, los proyectos personales en el seno del partido. Hoy todo es unanimidad.

En otras palabras, los constructores del PRO aún se sienten hermanos, compañeros, llenos de fraternidad y pureza, todos elementos que cimentan el sentimiento de pertenencia a algo único y propio. Pero ya se encontrarán con la vida tal como ella es: la lucha política, externa por el momento (intentos de diálogo, negociaciones, fracasos y frustraciones…), interna en algún momento (elección de precandidatos, elección de las instancias de dirección partidaria, la aparición de la diferenciación en las visiones: puntos y comas, énfasis y priorización de los temas, en los tiempos, etc.). Irán desapareciendo los querubines y su música celestial de arpas. Verán que la cosa, la vida, no es así no más. El lenguaje de MEO (altanero, descalificador, superficial por momentos, lejos del angelismo), ya les está mostrando ese futuro.

Pero, por el momento, están en el paraíso. Los envidio.

Por eso, sorprenden dos hechos, que empañan algo la imagen de lo nuevo. Uno, por la ingenuidad (¿pillería?). Otro, por la dificultad en la comprensión de textos que revela. Ambos muestran una temprana tentativa de sembrar la confusión entre los socialistas.

En el primer caso, por ejemplo, ha estado circulando una curiosa invitación a un acto político-cultural: “tenemos el agrado de invitarte a participar en la inauguración de nuestra sede en la provincia de Quillota”. ¿Quién invita? Misterio. La invitación tiene una fotografía de siete personas, indicando sus nombres y cargos (concejales de La Calera, Nogales, Hijuelas, La Cruz, un consejero provincial), sin indicación de militancia, aunque la gente de allí sabe que son actuales o ex socialistas, un radical, etc. Se indica que participarán Guillermo Teillier (presidente del PC), Osvaldo Andrade (presidente del PS) y Carlos Ominami (fundador del PRO). Andrade ha indicado que no asistirá, quejándose que se intentó sorprenderle al invitarlo a una conferencia o mesa redonda y no a una actividad del PRO, que es el fondo del asunto (aunque La Tercera publica el 07 de mayo que “PS, PC y PRO compartirán sede política en La Calera”, asunto que no ha sido discutido en las instancias regulares, el PS ha ratificado en su reciente Congreso su política de alianzas: buscar los más amplios acuerdos de la oposición, pero a partir de la Concertación). Por lo mismo, la presencia de Teillier está en duda.

Hay allí suspicacias en el PS ¿Por qué? Porque en la provincia fue muy fuerte la deserción de militantes PS en la primera vuelta presidencial que trabajaron por MEO, como ocurrió en otras regiones. Hasta ahora, el PS –mostrando gran debilidad para afrontar problemas- no ha emitido opinión oficial sobre dicha situación, por lo que aquellos han regresado tranquilamente al redil. Varios de los fotografiados estuvieron en dicha situación y proyectan volver a ella; en cuanto a su militancia, están en una zona gris consciente: como militantes socialistas reflexionan en las asambleas de su partido sobre las bondades del mensaje y del personaje de MEO y se sospecha que, luego de sacar todo el jugo posible a las banderas del PS (que las tiene bastante más que el proyecto PRO), lo dejarán para irse buscando candidaturas municipales y parlamentarias en el PRO, que tiene amplios espacios disponibles.

Con ello entronca el segundo caso. El parlamento ha aprobado un proyecto de ley que está para promulgación o veto de Piñera. En artículo publicado en La Tercera el 07 de mayo pasado (“La peligrosa norma antidíscolos”, que muestra que debería pedir con urgencia ayuda en redacción, porque la pluma no se le da), MEO la ha llamado “ley anti díscolos”, “ley de cúpulas”, expresión de la partidocracia, es decir, “la representación de la soberanía popular sólo en base a uno o a múltiples partidos” (él, que está empeñado en inscribir un nuevo partido, parece temerle a los múltiples partidos), que este proyecto (que aumenta los plazos para desafiliarse de los partidos políticos a quienes quieran presentar candidaturas independientes) es una norma “impresentable y escandalosa”, que “ciertos líderes de la Concertación y de la Alianza están transformando sus partidos en cárceles” (¿!). No le teme a la caricatura el ex presidenciable; sí le teme a despejar las situaciones, a separar aguas. Parece tener temor a no alcanzar a inscribir su partido (organización que todo el pueblo de Chile esperaba, según él).

Estas situaciones no tienen nada que ver con el “hombre nuevo” que proclaman ser los del PRO. Es una temprana muestra de la simple pillería que caracteriza a la política banal, tradicional, diría nuestro personaje refiriéndose a otros.

PAM/
12 mayo 2011

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