8.1.12

Recuerdos y protagonistas


El 28 de diciembre recién pasado, el Centro Cultural Liwen -presidido por Pedro Verdejo- realizó el lanzamiento del libro “Entre Concón y La Ligua… en los tiempos de la Reforma Agraria” en el  Salón de Eventos de Casa Abierta en Concón.

El tema? La repercusión y la manifestación en estas comunas entre 1964 y 1973 del profundo proceso de cambios que atraviesa el país durante los gobiernos de Frei Montalva y de Allende, sobre todo en el campo, donde aún perduraban estructuras y relaciones sociales medioevales, con condiciones infrahumanas de trabajo y de vida. La reforma agraria empieza a poner en primer plano la dignidad del trabajo, de aquellos que extraen los frutos de la tierra de sol a sol y aún bajo  la luna cuando de regar se trata. Esperanzas, pero también temor, ante latifundistas que no comprenden el por qué y que se organizan para contrarrestar el inicio de nuevos tiempos a como dé lugar; la ley ya no les sirve automáticamente como hasta hace algunos  meses y durante siglos.

¿El autor? Francisco Acevedo Toro,  médico neurólogo infantil, con estudios en la Universidad de Chile y luego en Francia (Clermont-Ferrand y Montpellier). Indefectible servidor público: regidor y  alcalde en Coinco (VI Región) antes de los treinta años; director de hospital; director del Servicio de Salud Viña-Quillota. Después de septiembre de 1973, el “espíritu aventurero  de que fueron presa cientos de miles de chilenos gracias al golpe lo llevó a Francia. Candidato a diputado alguna vez, académico, decano de una Facultad de Medicina, padre, abuelo (¡diez nietos: la semilla ha sido fértil!), y tantas otras cosas. Experiencias que dan para muchos libros, que no descarta que vendrán, así como llegó este segundo.

La historia de aquella época está en el libro, pero también estaba esa tarde entre el público asistente al lanzamiento y entre los presentadores, como hizo notar Luis Maira. Jacques Chonchol, primer ministro de Agricultura del presidente Allende, quizás el principal ideólogo de reforma agraria y responsable de su implementación, ya desde su cargo de vicepresidente de Indap bajo Frei Montalva. A principios de los ’70 leí un libro que escribió la década anterior, sobre los principios prácticos de implementación de un proceso de reforma agraria, uno de los cuales nunca olvidé: la reforma agraria debe ser rápida (no debe interrumpir el proceso productivo), integral (la expropiación debe incluir todo lo que está en el predio: maquinaria, instalaciones, frutales, cosecha, etc., y no sólo la tierra: bajo Frei, los terratenientes partían con todo, dejando sólo la tierra) y masiva (aplicarse en todo el territorio nacional al mismo tiempo). Junto con Pedro Vuscovic, Ministro de Economía, Chonchol debe haber sido el funcionario de Allende más odiado por la derecha. Y allí estaba, casi cuarenta años más tarde, recordando.


Luis Maira y P. Ayala

También estuvo allí y fue el presentador principal Luis Maira. El diputado más joven de la oleada parlamentaria de Frei Montalva en 1965, fundador de la Izquierda Cristiana que apoyó al gobierno de Allende a principios de los ‘70, presidente del partido PAIS a fines de los ’80, embajador de la Concertación en México y Argentina. De gran estatura intelectual y moral; quizás esto explica que su partido lo haya mantenido en el extranjero la mayor parte del tiempo estos veinte años; quienes toman en serio los principios son individuos molestos y aún peligrosos, aunque sean militantes modelos. En su presentación Maira hizo un amplio retrato de aquella época tocada por el libro. Nada en el programa de la UP era afiebrado: fue el reflejo de una época y anhelos que se habían convertido en necesidad y urgencia, el abuso ya no era soportable, el cambio era necesario y posible. Como decía Radomiro Tomic durante su campaña presidencial, los cambios obedecían a dos razones: una económica (entre otras, un país con un suelo tan rico no podía seguir siendo importador de productos agrícolas y ganaderos; no podíamos seguir subsidiando a las grandes transnacionales, sobre todas mineras, a los países desarrollados), otra ética (la pobreza en todos los aspectos no se condice con la dignidad de las personas).
Me alegré de haber asistido al lanzamiento del libro. Me encontré con dos de mis antiguos superiores. Chonchol, cuando yo trabajaba durante 1971-73 en la Oficina de Planificación Agrícola, ODEPA, organismo asesor técnico del Ministro de Agricultura, y Francisco Acevedo en 1994, en el Departamento de Atención Primaria de la Dirección de Salud Viña-Quillota. Le recordé a Maira que le conocí durante un almuerzo en Quillota en 1994, en que aproveché para darle copia de mi memoria sobre el PS durante la dictadura; después de tanta transitar el mapa sobre todo de de América Latina, me respondió, seguramente reaparecerá en las cajas que estoy desembalando. Ya no tiene importancia, le dije, el PS de hoy está definitivamente en otra.
Fue una tarde de historia y recuerdos de aquellos tiempos en que los ideales aún  podían movilizar a todo un país tras cambios integrales. Gracias Pancho y Centro Cultural Liwen.
Patricio Ayala M./ 06.01.12

2 comentarios:

Fernando dijo...

que triste verdad?

Anónimo dijo...

a pesar de lo que dejo no llegara a ser presidente solo "Comparsa" y a pesar del discurso terminara ser atendido en cuba.
que triste, verdad?