Graderías amigas
El jueves 26 de octubre, Colo Colo (Chile) y Gimnasia y Esgrima (Argentina), se enfrentan en su 2° partido por los cuartos de final de la Copa Sudamericana en La Plata, a una hora de Buenos Aires. En el partido de ida, jugado en Santiago, Colo Colo ganó cómodamente por 4-1. Pero cinco minutos antes del final, un imbécil lanzó desde graderías una piedra que hirió a un jugador argentino. El partido fue suspendido y posteriormente el estadio fue castigado por algunas fechas, pero Colo Colo conservó sus tres puntos.
Es este partido de vuelta, Gimnasia y Esgrima tomó medidas inéditas. No venderá entradas a los hinchas del club visitante. Si algún chileno despistado se presenta –se dice que dos buses viajarán desde Santiago-, no contará con resguardo policial. Además, está vendienco las entradas a un precio de regalo: un peso argentino ($170 pesos chilenos), para asegurarse lleno completo. Juan José Muñoz, presidente del club, ha encabezado una campaña para enardecer los ánimos de los aficionados (que en ningún país del mundo necesitan de mucho estímulo para comportarse virilmente en las graderías, y ya prometen piñazos a diestra y siniestra). El señor Muñoz tiene clarísima la divisa olímpica “Lo importante es competir…”, pero seguramente le ha agregado algo de su cosecha: “…pero para qué vas a competir, boludo, si no vas a ganar…”.
Consejo gratuito a Sudáfrica, organizador del próximo Mundial: no vendan entradas a nadie y llenen las graderías con guerreros zulúes de dos metros, con sus largas lanzas, sus penachos magníficos, sus escudos de piel de león, y que griten y canten durante todos los partidos…. Podrían pedirle financiamiento a Muñoz. Seguro que así ganarían su primer Mundial.
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